Alconchel es gran conocida por todos, por ser una población con gran cantidad de fiestas, repartidas a lo largo de los meses del año, que son objeto de las numerosas visitas de muchos forasteros a la localidad, y donde estos pasan unos días agradables con la gente de Alconchel, gente amable y hospitalaria, que hacen del lema “EN ALCONCHEL NADIE ES FORASTERO” una realidad completamente demostrada.

A diferencia de los demás pueblos, en Alconchel, se celebran un fin de semana después, en la cuaresma, teniendo sus orígenes en el S.XIX. Es curioso mencionar la gran afición de este pueblo a disfrazarse, que incluso en aquellos años, cuando la dictadura prohibió estas fiestas y perseguía hasta con cárcel o con multas, los alconcheleros preferían pagarlas, huir de las autoridades y seguir haciéndolo.

De nuestros carnavales es obligación mencionar el juego de EL ENTREGÁ, que tiene gran tradición.

Los CARNAVALES DE ALCONCHEL tienen la particularidad con respecto a los demás, que se celebran el fin de semana siguiente, metidos ya en cuaresma. Se tiene constancia de este hecho desde el siglo XIX, por celebrarse con más euforia el llamado “Domingo de Piñata”, que era el segundo domingo de carnaval, donde se celebraba un gran baile público por un lado y uno llamado de sociedad para los adinerados de la localidad.

Incluso durante la dictadura, en la que estuvieron prohibidos durante un tiempo, los alconcheleros seguían disfrazándose, llegando incluso a practicarse detenciones y algún encarcelamiento de unos días en la cárcel municipal por este hecho. A pesar de la prohibición, las persecuciones y las denuncias, los alconcheleros preferían pagar las multas y seguir disfrazados por las calles, donde eran frecuentes las carreras escondiéndose de las autoridades.

Un juego de gran tradición durante los carnavales, que se mantiene vivo, es el llamado “JUEGO DEL ENTREGÁ”, consistente en que los vecinos, disfrazados, se congregan en la Plaza de España (llamado coloquialmente “Terrero”), distribuyéndose en corros o círculos en toda la plaza, comenzando a lanzarse cacharros de barro (botijos, cántaros, etc…), que eran traídos por los vecinos, ya que cuando se adquirían nuevos eran guardados los viejos durante todo el año para cuando llegaba este día.

El origen de este juego parece estar en las congregaciones entorno a las fuentes públicas, donde para divertirse comenzaban a lanzarse todo tipo de tiestos de barro.

Todos los años sobre mediados del mes de marzo, se realiza la tradicional Romería en honor a la patrona de Alconchel, Nuestra Señora la Virgen de la Luz, en donde todos los alconcheleros y muchos visitantes de las poblaciones vecinas se acercan a disfrutar de un día de campo al igual que a acompañar a la patrona de Alconchel.

Se celebra en el Paraje de los JARALES. Se sale en procesión desde la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios hasta el Convento de la Luz (aprox. 14 km.) con varias paradas en la MORATA DE PASCUALA (migas y café) y en La portera de LAS HOYAS (almuerzo). Y a continuación, se celebra junto al Convento de la Luz, la misa en honor a la patrona de Alconchel.

Aunque esta festividad no tenga tanto renombre y vistosidad como en otras poblaciones, sí goza de fervientes devotos, que al encuentro con los diferentes pasos, viven la Semana Santa con gran emoción.

La Feria del Espárrago y la Tagarnina con degustaciones de estos productos silvestres típicos del municipio, maridajes con vinos de alentejanos y de la comarca o actividades paralelas como salidas al campo.

Esta Feria fue de gran renombre en los años 60, por la FERIA DEL GANADO, la segunda en importancia, después de la de Zafra. Fue decayendo hasta estar completamente erradicada. Solo quedó de esa grandiosidad, las atracciones propias de cualquier feria.

A partir del año 1997, el Ayuntamiento viendo venir la inevitable decadencia de la feria, tomó cartas en el asunto e hizo viable el proyecto que tenía para dar de nuevo vida a la Feria de Mayo como es hoy en día, gracias a la Feria de Muestras, en el que muchos comerciantes de la zona exponen sus productos.

En la actualidad, la Feria de Mayo de Alconchel, FEMUAL, es una combinación de DEHESA (180 Feria Ganadera – Ornitología) – TURISMO (Turismo Activo y Turismo Rural) y GASTRONOMÍA, una combinación que intenta poner en alza las riquezas y los valores de nuestro pueblo.

La fiesta se celebra en una plaza céntrica del pueblo (Plaza del Emigrante) la noche del 23 de Junio, LA NOCHE DE SAN JUAN, donde los vecinos de la localidad, hacen muñecos de paja (los MASTROS), que disfrazan, normalmente de sucesos acontecidos en la actualidad, (una especie de burla), y queman posteriormente. Esta fiesta está acompañada de una verbena en la que los vecinos se divierten y bailan al son de la música.

La noche del día 24 de junio es la noche de fuego, de la renovación y de la purificación según las distintas doctrinas exotéricas, que han perdurado a lo largo de la Historia. Que ese tiempo, es un tiempo de renovación es evidente, por el final de un ciclo invierno-primavera, cuya división viene marcada por el solsticio de verano. Mientras, el campo se muestra generosos a dar la cosecha que duramente ha ido trabajando el hombre a lo largo del año. Por ello, un día con tantas connotaciones, el pueblo de Alconchel celebra desde hace años LA FIESTA DE LOS MASTROS.

Sus orígenes, al igual que en otros pueblos cercanos, se remontan a varios siglos. En el Libro de Acuerdos de 1701 a 1722 existente en el Ayuntamiento hay uno que dice:

“En este año de 1714 el mastro se quemará en la plaza frente al Ayuntamiento”.

Pero si aquí se denomina “MASTRO” al muñeco o figura que se quema, en Higuera de Vargas o en Villanueva del Fresno se les denomina “Juanes” o “Juanitos” sin que lleguen a ser quemados.

En Alconchel la palabra “MASTRO” se utiliza para denominar cualquier figura grotesca de rastrojo o paja que se representa bien a hombre o animales, de ahí que los muñecos espantapájaros que se colocan en los melonares también se les llame “mastros” o cuando se corrían las vacas en el “Terrero” se colocaban uno de estos “mastros” delante de la puerta de salida para que lo destrozara.

En la antigüedad, según la tradición, el “mastro” era una figura grotesca hecha de trapos viejos y rellena de rastrojo que representaba al Demonio, se colocaba en la plaza sujeto con unos palos y se le cantaban y bailaban canciones en corro alrededor de él mientras se quemaba.

Durante la República, este sentido anti-demonio, cambió para identificar en el “mastro” a personas y hechos de la vida pública y política, así el último “mastros” que se quemó en el “Llano del Ángel”, representaba a Alfonso XIII con una maleta en la que llevaba la siguiente inscripción:

¿Te vas Alfonso?, ¡No, me echan!.

En esta época los mastros eran fabricados por los vecinos y se exponían frente a sus puertas, siguiendo en la Plaza estando representado un “mastro” que simbolizaba al demonio, sin hacerse verbena.

Pasada la Guerra Civil fueron vedados los “mastros”, sin embargo la Hermandad de San Juan organizaba una verbena popular en el “Llano de la Fragua”, en la que se exhibían dos figuras de tabla que tenían articulados sus pies y manos, que al estar colgados se les tiraba de una cuerda y se les movían sus miembros, estas figuras no se quemaban y servían de un año para otro; la verbena dejó de celebrarse por el año 50.

En 1981 a instancias de la Asociación Cultural Francisco Vera y el Ayuntamiento es cuando se recupera esta tradición de los “mastros”, dándole un carácter crítico al igual que se hacía en la República y celebrándose el mismo día de San Juan y no en la víspera como se venía haciendo en la Antigüedad. En esta fiesta numerosos grupos de personas trabajan para hacer cada uno sus “mastros”, normalmente con un tema alegórico de la realidad.

La leyenda de “La Zaragutía Mora”, una sombra espectral que vaga por la fortaleza de la localidad de Alconchel según la tradición, será recreada el 14 y 15 de agosto en una fiesta que une tradición, historia y participación vecinal.

El fantasma, que toma nombre de una planta que crece en los alrededores del castillo, es nombrado por los vecinos de Alconchel para asustar a los niños que se portan mal, en lo que podría ser una variante espectral del conocido como “hombre del saco”.

Hasta 40 actores participarán en la recreación de esta leyenda, que contará con escenas fijas y un recorrido de cuatro kilómetros desde el pueblo hasta la fortaleza, en la que se escenifica, ambientado e n el siglo XII, la toma de la fortaleza por los almohades. De hecho, y según la tradición, la sombra espectral vaga por las rocas de la fortaleza buscando a quienes quieren profanar el tesoro moro, del que es su guardián.

La fiesta de la “Zaragutía Mora”, un gran espectáculo de luz, música y fuego, en la que también habrá también visitas guiada por el casco antiguo y el castillo, jornadas de debate a cargo de historiadores y arqueólogos, y conciertos musicales.

CONTEXTO HITÓRICO Y ESPACIO-TEMPORAL

Con los  árabes es cuando se empieza a completar  la ocupación del cerro de Miraflores aportándole, a lo que ya podía existir allí, el estilo de fortificar de los musulmanes. La primera taifa de Badajoz se creó en el año 1013, tras la desintegración del Califato de Córdoba, por el liberto Sabur. Sabur (1009-1022) fue un eslavo (saqaliba) liberto de Almanzor, que se proclamó hayib (chambelán) en la Marca Inferior y decidió ejercer el poder de una forma autónoma con respecto a Córdoba. Una de sus medidas fue poner su capital en Badajoz. Sus apoyos debieron ser los notables locales, ya que entre ellos escogió como visir a Abd Allah ben Maslama ben al-Aftas, perteneciente a una familia bereber de la tribu de los Miknasa llegada con los conquistadores en el siglo VIII, y por tanto muy arabizada. Cuando Sabur murió en 1022, le sucedió su visir, Abdallah ibn al-Aftas, bereber de origen andalusí, que no respetó la sucesión de Sabur. Abdallah creó su propia dinastía, la dinastía Banu-l-Aftas o aftasí (aftasíes), sucediéndole hasta cuatro de sus miembros, durante la cual Badajoz controló grandes extensiones del oeste de las actuales España y Portugal. Durante su reinado, allá por 1016, se preocupó por reparar y ampliar la fortaleza de Alconchel pues pasó por numerosas guerras fronterizas con los reyes de Sevilla, Carmona y Córdoba.

Entretanto se había consolidado la expansión portuguesa, tanto por impulso real como de un caudillo de la frontera, el ya citado Giraldo Sempavor, que comenzaba su ofensiva contra al Andalus hacia 1163, y logró tomar Trujillo, Cáceres y Évora en 1165, al año siguiente Montánchez y Serpa, y en 1169 Badajoz, afectando tanto las posesiones o perspectivas de Fernando II de León (1157-1188), que pactó con los almohades, siendo el más espectacular suceso de tal alianza, a finales de 1169, la entrada conjunta en Badajoz, recién tomada por los portugueses, aunque los almohades resistían en su alcazaba.

Fernando II, apodado por los andalusíes el Baboso, dejó a los musulmanes Badajoz, exclamando, según el cronista Ibn Sahib al-Salat: “Es la casa del emir de los creyentes y no entraré en ella sino porque él me los pida”. A cambio, de que el resto de fortalezas próximas a la frontera como la de Alconchel, siguieran en manos leonesas.

Adelantándose a la más que previsible acción de Fernando II, que podía utilizar los castillos próximos para la posterior conquista definitiva de Badajoz, el caudillo Almohade Abu-Yacub en 1174 ataca el espacio leonés conquistando una serie de fortalezas de la frontera como la de Alconchel, hasta que es Alfonso IX quien se hace con la zona. En un principio, Alfonso IX divide el territorio extremeño próximo a la Frontera de norte a sur entre la Orden de Alcántara, el Concejo de Badajoz, la Orden del Temple y el Concejo de Sevilla. Los Templarios recibieron los castillos de Alconchel, Burguillos y Valencia del Ventoso en torno al 1230 de manos de Fernando III para la repoblación del territorio.

Desde 1311 Alconchel entra en el proceso de disputas señoriales y en manos de las casas nobiliarias hasta la toma del control del territorio por parte de D. Gutiérrez de Sotomayor, Maestre de Alcántara, en 1445. Desde aquí, todo el resto del siglo XV nuestro castillo y el pueblo estarán en estas manos hasta constituir un Señorío independiente.

MOMENTOS HISTORICOS DE LA RECREACIÓN

Momento 2: “el califa Abu Yaqub Yusuf, gobernador por entonces de la ciudad de Sevilla, encabezando una multitudinaria expedición de bereberes encendidos por el fuego de la sangre derramada al paso y que arrastraba tras de sí una larga hilera de esclavos cristianos: hombres y mujeres de edades fuertes aún para el trabajo, jóvenes y recios.”

Se recrea mediante la expedición del gentío por las inmediaciones del castillo y en el trascurso del recorrido una algarada muestra las luchas y ataques medievales.

Hechos reales: Adelantándose a la más que previsible acción de Fernando II, que podía utilizar los castillos próximos para la posterior conquista definitiva de Badajoz, el caudillo Almohade Abu-Yacub en 1174 ataca el espacio leonés conquistando una serie de fortalezas de la frontera como la de Alconchel.

Momento 3: “avanzaban por las laderas de lo que más tarde sería un castillo, ascendiendo lentamente. No fue difícil la invasión de la fortaleza. Los cristianos que la habitaban, al ver tan grandiosa avanzada de musulmanes mostraron poca resistencia, pues poco tenían que hacer. y los que no pudieron abandonar la atalaya quedaron allí, esclavos para mucho tiempo de las costumbres y tradiciones de las gentes de Abu Yaqub Yusuf”

A lo largo de la marcha, pegados ya a la ladera del castillo, las tropas vencedoras llevan sus esclavos que han caído presos en las largas noches de guerras y asedios.

Momento 4: “Se instalaron éstos, recolocando todas sus pertenencias traídas de Marruecos, más los botines conseguidos en el camino. Y eran muchos los esclavos y esclavas logrados, por lo menos cincuenta de cada género…

Se recrea una escena en el campamento creado en la falda del castillo de Alconchel, donde se reparten el botín.

Entre el silencio más o menos bullicioso del ciento, oíanse con distinción los lamentos atormentados de una joven hermosa que no admitía el hecho. De mediana estatura, cara luminosa, larga y ondulada cabellera dorada, gritaba una cristiana. Y sus quejidos llegaron al primer hombre del sultán. Hassán, atraído por aquella dulce e impetuosa voz, dio en acercarse al grupo de mujeres, donde la agraciada joven lloraba sin consuelo con la cara entre las manos. Llegó a su lado y apeándose del caballo acercó sus manos a las de ella, y la obligó sin violencia a destaparse la cara.

Ella que de pronto detuvo sus lagrimas, descubrió sus ojos de miel y se encaró con aquellos otros verdes rasgados dedicándole tal ira y desprecio que fueron sufrientes para conquistar de una vez y para siempre al aguerrido Hassán.”

Surgen de la unión de las Fiestas del Emigrante y las Fiestas de la Virgen de la Luz, y es la fiesta de mayor renombre en Alconchel. La mayoría de los visitantes, familiares , que se encuentran fuera de aquí, visitan nuestra localidad en estos cuatro días de inolvidables fiestas llenas de entretenimiento, diversión y actos religiosos.

Organizadas por el Ayuntamiento y la Hermandad de la Virgen de la Luz, se celebra el tercer fin de semana de agosto.

Organizada por la Hermandad del Cristo. Se celebran la semana del 14 de septiembre con actos religiosos en su honor y posteriormente para todos los devotos, es festejada con una verbena.

El castillo medieval de Alconchel es el escenario del Portal Viviente de Alconchel. En el patio de armas de nuestra fortaleza del siglo XVII, alberga la representación de las escenas típicas de un portal hebreo con sus correspondientes figurantes

Además, en el interior del patio de armas del cuerpo medieval de la fortaleza (siglo XI) será escenario de las escenas basadas en las degustaciones típicas de la zona, así como los puestos de venta de artesanos y tenderos al más puro estilo de la época.

El Portal Viviente, acogerá actuaciones musicales y se podrán degustar garbanzos, carnes ibéricas con vino del pueblo y dulces tradicionales, todo de forma gratuita, así como llevarse el vaso de cerámica en barro representativo del portal.

FECHAS DESTACADAS DEL AÑO 2024 EN ALCONCHEL